Cuando mi madre nos daba el pan, repartía amor
- Joël Robuchon-
¿Te sientes impotente?
Quieres ayudar a tus hijos, pero te faltan recursos.
Vivimos cada día "bombardeadas" de información. Pero, ¿te sirve?
Quizá te agobia que la hora de comer sea un desastre
Y ya no son las manchas, bebida y comida derramada por toda la mesa, gritos, llantos... (que también)
Echas de menos la paz que se respiraba antes, necesitas poder comer tranquila, no lavar 7 camisetas al día o discutir menos con tu pareja.
Sientes que todo es un lío y que estás desbordada, no sabes qué hacer.
Puede que tu niño no coma, o coma mucho, o sea un "crítico gastronómico"
Solo quiere ciertas comidas, no puede para de comer lo que le gusta o no hay manera de que abra el pico algunos días.
Te preocupa su salud. Está malito cada dos por tres, duerme mal, no rinde en el cole, está siempre enfadado...
Y esa preocupación es constante y fuerte.
Y claro, quieres ayudarle a manejar sus emociones y socializar
Sabes que a días está muy triste, muy cansado o desganado, y por eso no come.
A veces está con sus amigos en el cole o con sus primos en el parque y no se relaciona lo suficiente, o merienda solo porque ve a los otros...
Quieres ayudarle a que se sienta más tranquilo, no se le cierre el estómago o se dé atracones. Y quieres que la hora de la comida sea para relacionaros, estar en familia y compartir.
Todo esto puede cambiar, y no es tan difícil, de verdad
Solo necesitas varias cosas que estoy segura que tienes (al menos algunas)
Muucho amor y admiración
hacia tu hijo
Apertura a nueva información,
conocimiento y recursos
Ilusión por compartir
con otras familias o
profesionales y crecer
juntas
Curiosidad
por conocer mejor
su mundo y sus
intereses
Pasión por la vida tranquila,
la salud y la familia
Soy Alba Megías
Ya que sabes qué hago vamos a conocernos un poquito mejor
Soy disfrutona de la vida, la comida, las personas que quiero y las actividades que me llenan de vida.
Por eso quiero estar sana, tener energía y encontrarme lo suficientemente tranquila para poder hacerlo.
Me han criado las albóndigas de mi abuela, los trozos de sandía chorreando hasta los codos con mis primos, las palomitas en el parque con mis amigas en la adolescencia y los vinitos en las ferias ahora.
Por eso creo firmemente que la nutrición va más allá de lo que ponemos en el plato. Incluye nuestras emociones y nuestras relaciones, y hay que cuidarlas como la que más.
Me encanta leer, bailar y estar en la naturaleza.
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